Protege a tu familia de la adicción… Refuerza su autoestima

El término autoestima se ha utilizado de manera coloquial y se ha “reducido” dando lugar a confusiones. Generalmente se emplea en distintas áreas de la vida cotidiana con propósitos comerciales que se asocian con falsas expectativas de “superación personal” y con estereotipos sociales, que mucho se relacionan con el género, por ejemplo se promueve una imagen de delgadez extrema, juventud, modas, estándares de belleza, estatus, etc. que en ocasiones en nada corresponden con la realidad y que pueden generar una serie de prejuicios, malestares y frustraciones personales por “no alcanzar” las expectativas que se nos adjudican como “hombres” y “mujeres” exitosos y que pueden “legitimar” formas de discriminación, violencia y exclusión social.

addicionesEn estos casos, quienes viven la etapa de infancia o juventud, están más expuestos a la influencia de la publicidad para modificar su conducta habitual o estilos de vida, con la fantasía de obtener beneficios con poco esfuerzo, si no cuentan con el suficiente juicio crítico o consejo de personas cercanas.

Las creencias distorsionadas sobre las propias capacidades pueden reflejarse en problemas emocionales y de conducta, por ejemplo: comportamientos antisociales, dificultad para adaptarse a nuevas situaciones, sentimientos de indefensión, sobreprotección, miedo al fracaso, desesperanza, entre otros.

La autoestima, en realidad se refiere a la percepción de ser uno(a) mismo(a). Implica conocerse, hacerse responsable de la salud física y mental, el cuidado de nuestro cuerpo; emociones, valores, creencias, decisiones, derechos, oportunidades, etc. Este conocimiento se relaciona de manera directa con lo que comúnmente llamamos autoimagen, que se desarrolla desde etapas iniciales de la vida. Simultáneamente, la autoimagen se ve influida por los ideales que culturalmente nos plantean acerca de lo se espera de nosotras(os) como hombres o como mujeres, y actuamos en función de las características o prejuicios en torno a ese ideal, así como en los medios para alcanzar ese objetivo.

La autoimagen objetiva y realista se relaciona con el desarrollo de una autoestima positiva. Por ejemplo, si una persona descubre que tiene facilidad para realizar actividades deportivas, y éstas son reconocidas, se generará un sentimiento de confianza y seguridad que contribuirá a la exploración de otras habilidades en su vida.

Las familias son fundamentales para el desarrollo de la autoestima y para enfatizar las oportunidades que están a nuestro alcance para fomentarla, o bien, para señalar aquellos aspectos que resultan ajenos a nuestro control o que son irreales.

El grupo familiar, cualquiera que sea su composición y dinámica, tiene la importante tarea de transmitir ideas, valores y hábitos sobre la imagen y el autocuidado. Su papel es fundamental para promover representaciones sociales e influir en las sensaciones, emociones, sentimientos, afectos y prácticasque se generan en consecuencia; al reflexionar si cumplimos o no con los “estándares sociales”. Es importante no perder de vista el sentido crítico que requerimos ante la normatividad sociocultural.

En este sentido, es de suma relevancia la orientación de los padres, madres de familia y otras personas responsables de la crianza familiar, al respecto de los valores, creencias y comportamientos, ya que como primer espacio de socialización, la familia influye de modo trascendental en la autoestima de niñas y niños desde su nacimiento, por ejemplo, mediante la manera como les abrazan, les miran, les visten y como les hablan; son aspectos básicos para que, según su género, se sientan queridos y aceptados.

Más información:

Centros de Integración Juvenil, A. C.

https://www.fundaciontelevisa.org/mejorenfamilia/adicciones/protege-tu-familia-adiccion-refuerza-autoestima/

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