Promoviendo una alimentación saludable: Recomendaciones generales

4Los hábitos alimentarios se adquieren principalmente en casa: los niños observan nuestra forma de comer (tranquilos, de forma compulsiva, a cualquier hora, viendo la televisión…) los alimentos que comemos, los que compramos, como cocinamos y así de forma progresiva se van acostumbrando a nuestro hábitos. ¡Tenemos que ser un buen ejemplo para ellos!

Realizar un adecuado desayuno: Se aconseja consumir lácteos, cereales/pan/galletas y fruta o zumo de fruta fresca (los zumos envasados no tienen las mismas propiedades). Reducir o eliminar la bollería industrial.
Como mínimo deberá incluir una pieza de fruta, una taza de leche y cereales/pan. Acostúmbrale al agua como bebida, en lugar de zumos artificiales y refrescos dulces (un refresco o cola equivale a tomar 4 o 5 terrones de azúcar.

Realizar alguna de las comidas en familia. Comer despacio y sin distracciones (TV, video-juegos). Aprovechar ese tiempo para comunicaros y observar el comportamiento alimentario de vuestros hijos. La hora de la comida o cena debe ser lo más distendida y agradable posible.

Es conveniente acostumbrarles a realizar entre 4 ó 5 comidas: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Para el almuerzo/recreo y la merienda es conveniente prepararles en casa pequeños bocadillos, frutas (mandarinas, plátanos) y lácteos (yogur, vaso de leche).

Evitar “el picoteo”, sobre todo si se trata de alimentos ricos en azúcares y grasas. La dieta equilibrada deberá repartir las calorías a lo largo del día de la siguiente manera: desayuno 25%, comida 30-40%, merienda 10-15% y cena 20-30%.

Hay que estimularles desde pequeños para que lleven una vida activa (pasear, andar por la ciudad, subir y bajar las escaleras) y para que dediquen parte de su ocio a la práctica de algún deporte.

Los niños y adolescentes no deben consumir bebidas alcohólicas.

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